Senderos de Silencio: tu oportunidad para reconectar contigo mismo

No tenía muy claro que hacer. Había hablado ya con varias personas acerca de la situación profesional que estaba viviendo. Incluso había realizado varias sesiones de coaching que no me habían aportado gran cosa. Cuando me encontré con Senderos de Silencio me pareció algo diferente y hablé con ellos para saber de qué iba aquello. Cuando me hablaron de reflexión y de silencio me eché para atrás. Aquello me pareció un rollo tremendo y no me apetecía nada. No obstante, la opción de Senderos siguió rondando mi cabeza y me decidí a dar el paso. Volví a hablar con ellos, nos pusimos de acuerdo en la forma de hacerlo (tiempo de dedicación, como trabajar las lecturas propuestas y las preguntas relacionadas, etc.). Me dijeron, además, algo que me sorprendió y es que si veía que aquello no me aportaba nada que lo dejase. En fin, hice todo el programa y me alegro de haberlo hecho. Ha sido la posibilidad de hacer una especie de parón y a la luz de las lecturas, las preguntas y alguna que otra conversación he podido revisar unas cuántas cosas de mi actividad profesional. Hoy, cuatro semanas después estoy encantado de haber hecho el programa. 

Bajo mi punto de vista es difícil hacer una medición cuantitativa de cuánto ha aportado a mi vida hacer este programa. Pero de una manera cualitativa no hay discusión, ha aportado y mucho. 

Este programa me ha ayudado a tener una visión objetiva de mi situación actual respecto a diversos temas, lo que podríamos considerar un punto de partida para “algo más”. Ese algo más no lo recibes, no te lo inculcan, no te lo inducen, si no que ese “algo más” surge de ti mismo, de tus pensamientos. Esto hace que, rápidamente reconozcas en ti de que se trata y te pones manos a la obra para mejorarlo, para cambiarlo o, simplemente, para mantenerlo. Para todo esto, ese “silencio” que acompaña al nombre es clave.

Antes de realizar este programa, y bajo una visión estrictamente profesional, estaba indeciso respecto a como afrontar los cambios que sentía que debía realizar, porque sentía que era el momento, pero, ni sabía ni por qué, ni hacía donde debía dirigirme. Tras reflexionar, empatizar con los diferentes protagonistas de los textos planteados y responder preguntas muy genéricas, las respuestas fueron apareciendo, los cambios necesarios para mi desarrollo empezaron a tomar sentido, y en definitiva, la situación ante mí se volvía menos borrosa y las dudas dieron paso a movimientos más decididos.

Lo mejor fue descubrir como no podemos separarnos entre lo profesional y lo personal, si no que todo dentro de nosotros está ligado y no puede haber decisiones en un sentido que no afecten al otro y viceversa.

Animaría a cualquier persona, en una situación de indecisión, o que se sienta incómodo respecto a una situación, o que quiera cambiar algo, o simplemente, que quiera conocerse mejor a sí mismo, que hiciera este programa, le marcará.

En el trabajo me habían ofrecido la oportunidad de una nueva posición. Era un reto comenzar a gestionar un equipo. El proyecto no comenzaría hasta dentro de unos tres meses. Lo que en principio me había hecho una ilusión tremenda empezó a convertirse en algo cada vez más angustioso pues comencé a dudar de mi capacidad para asumir ese nuevo rol y todo en mi cabeza giraba en torno a la idea de fracaso si lo asumía y de fracaso de mi propia imagen si decía que no. En fin, todo el día dándole vueltas a si valía o no valía para asumir ese nuevo puesto. En el fondo, llevaba ya bastantes años trabajando sin haberme parado nunca a pensar acerca de mi mismo y de por donde veía mi futuro profesional. Por una pura casualidad tuve noticias de Senderos de Silencio y pensé que lo que planteaban era lo que necesitaba para clarificarme yo mismo. Hoy se bastantes más cosas de mí, el tiempo de reflexión que me he dedicado me ha venido genial. Y ahora tengo las cosas mucho más claras y los miedos se han atenuado porque tengo más claro cómo gestionarlos. Un programa muy recomendable.