Antonio Machado en su magnífico libro “Juan de Mairena” nos recordaba con su habitual sabiduría que, si la ciencia del conocimiento de uno mismo, que Sócrates reputaba única digna del hombre, pasaba a saber de especialistas, estábamos perdidos. Dicho en otra forma ¿Cómo podrás saber algo de ti mismo, si de esa materia, como de todas las demás, es siempre otro el que sabe algo?
Por ello es enormemente importante hacernos una serie de preguntas del estilo de ¿Qué sabemos de nosotros?, ¿quiénes somos?, quiénes podemos o queremos ser?
Y en esto hemos de tener cuidado. Está muy de moda el afirmar que uno debe cumplir sus sueños, pero me temo que eso no siempre es posible. Hemos de construirnos en la medida en la que podemos aunar motivación, capacidades, conocimientos y deberes. Y si cuando nos preguntamos acerca de quiénes somos descubrimos que estamos lejos de quien podemos ser o de quien queremos ser, tenemos trabajo por delante. Hemos de preguntarnos acerca de nuestra capacidad para liderar y gestionar nuestra propia vida, acerca de nuestra automotivación y nuestro propio desarrollo. Hemos de preguntarnos acerca de nuestro liderazgo interior, acerca de nuestra capacidad para gestionarnos a nosotros mismos.
Nuestro gran reto será convertirnos en nuestra mejor versión y no importará el tipo de trabajo que hagamos. En cada momento de nuestra vida deberemos hacernos estas preguntas porque siempre deberemos honrarnos a nosotros mismos haciendo las cosas bien y con un enorme sentido de la responsabilidad por el trabajo bien hecho.
Y todo ello implica que debemos trabajar por un modelo de existencia único e irrepetible porque como seres humanos somos únicos e irrepetibles. En ello reside nuestra dignidad. ¿O es que hemos elegido conscientemente ser clones porque es más sencillo y cómodo?
Comentarios recientes