El comienzo de la sabiduría es el Silencio

Lo primero que te encontrarás al abrir la Web de Senderos de Silencio es una frase que se atribuye a Pitágoras: “el comienzo de la sabiduría es el Silencio”.

Decía Santa Teresa de Jesús, con esa capacidad única que tenía para expresar la vida, que a veces era necesario ponerse en soledad, librándose de la permanente estimulación sensorial y de esa manera ser capaces de conectar con nuestro mundo interior.

Cuentan que una vez alguien famoso estaba visitando un Monasterio. Al pasear por el huerto se encontró con un monje que estaba sacando agua del pozo.

La persona famosa preguntó al monje acerca de lo que sacaba en limpio de su vida en silencio, ¿para qué le valía?, ¿se podía aprender algo del silencio? El monje primero le miró un poco perplejo y luego le dijo que mirara el fondo del pozo a la vez que le preguntaba ¿Qué es lo que ve en el fondo? El personaje famoso le contestó que no veía nada. El monje guardó silencio y al poco rato le dijo al famoso: vuelva a mirar, ¿Qué es lo que ve ahora?

 Ahora me veo a mí mismo, en el reflejo del agua, contestó el famoso.

El monje le explicó: cuando muevo el agua del pozo con el cubo, el agua se agita y no se puede ver nada. Cuando el agua se queda en calma cualquier persona puede descubrirse a sí mismo. A eso ayuda el Silencio.

Ponerse en soledad y silencio para apagar el ruido exterior e interior. Ponerse en soledad y silencio para descubrir si lo que estamos haciendo y la manera en que lo estamos haciendo, en nuestro día a día, está configurando el quiénes somos. Ponerse en soledad y silencio para discernir si, de verdad, ese que vemos reflejado es el que queremos ser y el que necesitan quiénes nos rodean.

Decía Lord Kelvin, físico y matemático británico que “lo que no se define no se puede medir. Lo que no se mide, no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada siempre”.

Merece la pena disponer de una parte de tu tiempo para reflexionar sobre la vida que vives, la que quieres y debes vivir, y cómo vivirla.

Date a ti mismo esa oportunidad y luego “sal fuera”. Hay personas esperándote.