Ni siquiera aquellos eremitas que vivían solos en el desierto estaban realmente solos. Desde su perspectiva estaban en relación con otro ser, en ese caso con Dios. Nadie vive solo sino en una constante relación. Por ello, hemos de salir de nosotros mismos para ir al encuentro y al mundo de los demás. Ser humano significa esencialmente estar orientado a algo y a alguien diferente de uno mismo. Un ser humano solo consigue ser el mismo cuando logra responder a otro ser humano con el que se encuentra en la vida.
Nos realizamos en el encuentro con el otro y el mundo laboral es una excelente oportunidad para ese encuentro. Es por ello por lo que todos tenemos algo que hacer, a todos se nos ha confiado algo a nuestra libertad. Todos tenemos una misión, aunque podamos tener una cierta tendencia a vivir encerrados en nosotros mismos. Y esa misión no se va a llevar a cabo encerrada entre las cuatro paredes de nuestro ser.
El psiquiatra Robert Waldinger nos recordaba un viejo proverbio que decía “Si quieres llegar rápido ve sólo, si quieres llegar lejos ve acompañado”
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