Parece que a finales del siglo XVIII Benjamin Constant de Rebecque un liberal francés manifestó «Quieren que el individuo sea esclavo para que el pueblo sea libre» «Rogamos a la autoridad que se mantenga en sus límites, que se limite a ser justa. Nosotros nos encargaremos de ser felices».
Y aunque sospecho que esta es una reflexión con un contenido claramente político, propio de la época en la que vivió el personaje y quizás muy aplicable a lo que hoy en día vivimos como sociedad, quisiera usar esa reflexión poniendo el foco en el mundo de la empresa porque tengo para mí que hay unos cuántos muy empeñados en hacer feliz a la gente en el trabajo. Y quizás sea el momento de traer a colación eso de que la autoridad (empresa, directivo, jefe o quien sea) se limite a ser justa y ya cada persona se encargará de ser feliz.
Sospecho que hay mucha organización en la que eso de la justicia escasea (salarios, horarios, modo de mandar, ambiente, etc.), pero florecen por doquier ramalazos de “felicidad” que presentados felizmente subidos a banquetas altas, con ropa “casual” y zapatillas deportivas queda muy “cuqui” oye.
Por el momento, sería suficiente con que fuesen justos.
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