Hoy hemos de cuidar de nosotros mismos y hemos de ser nosotros los que nos construyamos día a día en un camino que nos lleve a tomar las riendas de nuestra propia vida.
Es cierto que no podemos gestionar la incertidumbre y tampoco el tiempo, pero creo que si es posible que nos podamos gestionar a nosotros mismos pese a todas las dificultades.
Y liderar la propia vida no es una tarea fácil ni sencilla, pero casi nada de lo que forma parte de la vida de una persona lo es. Ponerse manos a la obra implica hacerse dos preguntas fundamentales que, además, implican el esfuerzo de conocerse: ¿Quiénes somos y quiénes queremos ser?
El autoliderazgo es, en definitiva, tomar las riendas de la propia vida y si se me permite apropiarme en este momento de las palabras que hace ya tiempo usó Steve Jobs, no vivir la vida de otros sino la propia: seguir alocados y hambrientos. Y no es una cuestión de disponer de una mirada egoísta acerca de nosotros mismos. Cuanto mejores seamos, mejor podremos servir a todos aquellos que nos rodean.
Es definir un modelo de existencia único e irrepetible porque cada hombre y mujer de este mundo somos únicos e irrepetibles, y sin embargo con cuánta frecuencia tenemos la sensación de ser como clones.
Es ser plenamente conscientes de las elecciones y decisiones que tomamos a lo largo de nuestra vida, responsabilizándonos de ellas.
Es vivir en plenitud desarrollando todos los dones que hemos recibido y todas las capacidades que hemos aprendido.
Es no buscar culpables fuera cuando no los hay.
Es el conocimiento de uno mismo, aproximarse a la realidad que uno es, atisbar la realidad que uno podría y querría ser, liderar la propia vida con la vista puesta en la contribución que se realiza al mundo y en los resultados de esta.
Y si lo pensamos con un poco de tranquilidad y perspectiva, el autoliderazgo es gestionar el propio talento: la suma de dones, decisiones, logros, aprendizajes, experiencias, etc., que vamos incorporando a nuestro ser. Lo que nos hace ser diferentes y especiales.
Te propongo un sencillo ty rápido ejercicio. Haz un viaje al futuro. Estás tranquilamente sentado. Miras hacia atrás, hacia lo ya recorrido y te haces la siguiente pregunta ¿lideraste tu vida o dejaste que la liderasen otros?. Piensa lo que te gustaría responder.
Ese ha de ser nuestro gran reto, con independencia del tipo de trabajo que hagamos.
Comentarios recientes